Skin cycling la rutina de moda que no sorprende a mis clientas

Palabras como mixology, multimasking, slugging o skin cycling llenan páginas y páginas de contenidos en los apartados de cosmética de muchas revistas de moda donde se pretende mostrar lo último en cosmética.

Mezclar ingredientes activos con lógica, aplicar en distintas zonas de nuestro rostro diferentes tipos de mascarilla según la zona a tratar o retener agua en pieles secas, es algo que muchas de mis clientas vienen haciendo ya hace bastantes años, con la única diferencia que en este caso, simplemente durante la consulta me he dedicado a explicar el porqué debe aplicarse así. Y todo porque poner sentido común a los tratamientos es fundamental para que la clienta haga bien la rutina que se le marca para conseguir los resultados que queremos.

Y, con esto no estoy descubriendo nada ni creando un nuevo método, pues considero que para todo en la vida, hay que ponerle sentido común y hacer las cosas no porque te lo digan sino porque las entiendes y creas en aquello que te están proponiendo.

Qué es el Skin cycling y para qué sirve (seguramente ya lo sepas)

He querido titular este post con esta frase un tanto presuntuosa, porque quiero hacer un homenaje a todas aquellas mujeres que confían en mí, aprovechando la última tendencia que supuestamente es revolucionaria siendo que mis clientas vienen años utilizando en su rutina de noche.

Me refiero al skin Cycling. Por lo visto, ha sido un boom dentro de redes el hecho de aplicar una rutina de noche con un alfa hidroxiácido una noche, una crema con retinol otra noche y dos noches con cremas hidratante y emolientes para repara y recuperar la piel.

En definitiva, exfoliar – reparar de forma cíclica. Pues bien, me encantaría ver la cara de alguna de mis clientas que estuvieran en estos momentos leyendo este post, porque sé que poco me equivocaría y precisamente su expresión no sería de ¡guauuuuu! sino más bien estarían pensando, pero si esto ya me lo sé, es más, pero si esto mi piel no le hace “ni plin”.

Más de una de mis clientas la primera vez en consulta me hablan de piel sensible, cuando realmente lo que tienen es la piel sensibilizada del mal uso de cosmético de poca calidad o rutinas que no tienen ningún sentido, y en la actualidad, están utilizando ácido glicólico y retinol formulados a pH ácido sin ningún problema. Con esto quiero decir, que muchas pieles se pierden tratamientos realmente que sí funcionan por el hecho de no tener un buen consejo.

Además, no hay que tener miedo a equivocarse y los años de experiencia y de estudio son los que realmente te dan la capacidad para poder tratar una piel con seguridad y solvencia. Lo más importante es ganarse el respeto y la confianza del cliente, y sobretodo no vender fantasía, sensaciones y moda. De lo que se trata es de tratar a la clienta con respeto, y pensar que delante tienes a una persona que piensa y razona como tú, con la única diferencia de que ella sabe de otras cosas que tu no sabes.

Por tanto, en mi consulta la clienta sale no solo con su rutina sino sale sabiendo qué principios activos va a utilizar, porqué y cómo.

En definitiva, ella y yo formamos equipo, pues mi objetivo es enseñarle a escuchar su piel y que sepa tratarla sin miedo. Cuando digo sin miedo es que si un día se levanta con la piel irritada ella sepa porqué le puede haber pasado y qué hacer durante tres cuatro días siguientes hasta que se restablezca su piel. Es decir, si se ha pasado por la noche de ponerse retinol y/o glicólico sepa que si le escuece la piel al ponerse el tratamiento de día no es por los productos de la mañana, sino que es consecuencia de los productos de noche, y sin agobiarse, debe dejar descansar la piel durante varios días hasta desaparecer esa sensación de quemazón.

Creo que con este claro ejemplo queda más que demostrado que no debemos dejarnos llevar por anglicismos, sino que debemos tratar nuestra piel bajo la observación de un especialista, pues la piel es salud. Y para terminar deciros a todas mis clientas que «Chicas estáis de moda».