Retinol para el tratamiento de arrugas
Si me preguntas cual es uno de los activos que más me gusta y en los que he visto mejores resultados, sin duda te diré que las cremas que llevan retinol, y no precisamente porque ahora esté de moda y todo el mundo se haya vuelto loco como si hubieran descubierto el activo de la eterna juventud.
Qué es el retinol y para qué sirve
En realidad, los retinoides se están utilizando en el mundo de la dermatología desde hace más de 60 años. Y como en muchas ocasiones pasa en el campo de la investigación, su eficacia para tratar la piel fotoenvejecida se descubrió de pura casualidad.
En los años 40 se empezó a utilizar a nivel tópico para el tratamiento del acné en forma de isotretionina o ácido retinóico. Y ahí, es donde se observó que el aspecto de la piel mejoraba. A partir de este descubrimiento casual se empezó a estudiar con mayor detenimiento las propiedades de la vitamina A y sus derivados para el tratamiento tópico. No solo de pieles fotoenvejecidas sino también se han observado grandes avances en otras patologías de la piel como psoriasis, cicatrización de heridas, alopecia androgenética, estrías o cáncer.
Pues bien, después de esta pequeña introducción, veamos las propiedades cosméticas del retinol para el tratamiento de pieles envejecidas, como usarlo y como podemos contrarrestar sus efectos irritativos.
El envejecimiento de la piel tiene de forma simultanea dos procesos que son independientes. Por una parte, tenemos un envejecimiento cronológico propio por el paso del tiempo programado por nuestros genes.
Ahora bien, del fotoenvejeciemiento los únicos responsables somos nosotros. Si exponemos nuestra piel al sol de forma repetida e indiscriminada, aceleramos prematuramente el envejecimiento de nuestra piel.
Las pieles fotoenvejecidas se vuelven ásperas, amarillentas, con arrugas , flacidez y pigmentación irregular. Se ha demostrado que la exposición excesiva a la radiación UV produce una disminución en la funcionalidad de la vitamina A que determina el envejecimiento prematuro de la piel.
Tratamiento con retinol
Tras varios meses de tratamiento, se ha observado que la superficie de la piel es más homogénea y más compacta, aumenta la densidad de la epidermis, las arrugas de expresión se afinan y se aclara la piel porque disminuye la actividad de los melanocitos. En definitiva, la piel está más joven. Además, en la dermis, se aumenta la formación de colágeno y mejora la unión dermis-epidermis contrarrestando la flacidez y pérdida de elasticidad. Creo que estas son razones suficientes para ser uno de los activos preferidos que introduzco en los protocolos dermocosméticos.
Ahora bien, como siempre digo, hay que estudiar las características particulares de cada piel y adaptar tanto la dosis como la pauta de administración como la cosmeticidad o el tipo de piel. Sobretodo, hago un seguimiento exhaustivo porque durante el primer periodo de tratamiento suele irritar hasta que la piel se acostumbra.
Debe siempre aplicarse por la noche evitando el párpado superior y alejándose del borde inferior del contorno de ojos. También es aconsejable no aplicar en cuello porque no se tolera bien. Es muy importante, hidratar para compensar la sequedad que produce y empezar con concentraciones bajas hasta que la piel se acostumbre.
Los efectos beneficios se empiezan a notar después de tres meses de tratamiento y aconsejo en verano usarlo dos veces a la semana, especialmente las noches que sepamos que al día siguiente no vamos a estar expuestos al sol.
Los efectos negativos más frecuentes son quemazón, rojez y descamación. Si esto aparece, es tan simple como dejar de aplicar durante unos días y aplicar una crema que hidrate y repare para compensar esta irritación. Pasados unos días, es aconsejable aplicar de forma escalonada, aumentando semana a semana la frecuencia de aplicación hasta que la piel se acostumbre y lo tolere todos los días .
Además se está estudiando las distintas moléculas derivadas de la vitamina A, sus beneficios y sobretodo, se está estudiando minimizar los efectos irritantes propios del ácido retinoico .
En este esquema verás la transformación hasta llegar a la molécula activa:
RETINOLPALMITATO -> RETINOL -> RETINALDEHIDO -> ÁCIDO RETINOICO -> Regeneración celular
El ácido retinoico es la forma activa de la vitamina A. Es la forma más potente y con resultados más rápidos en las células de la piel porque no necesita transformarse. Tiene dos inconvenientes , uno que solo se puede conseguir con receta médica y que es el más irritante.
El retinol es la mólecula más popularmente usada a nivel domiciliario. Las concentraciones oscilan entre 0,1 y 1 % dependiendo del grado de tolerancia de la piel.
El retinaldehído solo necesita un paso para convertirse en ácido retinóico. Debido a este propiedad se ha observado que es más potente y es menos irritante que el ácido retinóico e incluso que el retinol activo. Actualmente, se están haciendo muchos estudios comparativos entre al ácido retinoico y el retinalheído y, sorprendentemente , han visto que el retinaldehído tiene muy buenos resultados respecto al tratamiento del fotoenvejeciemiento y los efectos irritantes son mínimos.
El retinol palmitato es una molécula mucho menos potente, pero también mucho menos irritante, por tanto, se puede administrar en pieles sensibles y reactivas.
La conclusión de todo esto, es que se ha evolucionado mucho sobre el ácido retinoico y sus derivados, de tal forma que se han conseguido fórmulas menos irritantes y a diferentes concentraciones activas para cada tipo de piel.
En los últimos tiempos, los estudios van dirigidos a encapsular el retinol con el objetivo de hacer una liberación controlada para evitar su oxidación inmediata y , por tanto, controlar su rendimiento y efectividad. Por tanto, y aunque me repita, no todas las cremas valen aunque en la caja ponga “con retinol” porque, entre otras cosas es muy importante la concentración, la pureza , la estabilidad y el vehículo en el que se formule.
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