¿Por qué tomar el sol nos hace más felices?
Si hiciera esta pregunta a todos los clientes que entran por la puerta de la farmacia y que están ligeramente tostaditos por no decir extremadamente quemados sé que más de la mitad justificarían este bronceado diciéndome que lo necesitan porque el sol les da vida y energía.
Realmente la sensación de bienestar no se debe a las endorfinas (hormona de la felicidad) porque se ha comprobado científicamente, que no por tomar más sol, el nivel de endorfinas aumenta.
Realmente, se ha visto que esta sensación placentera viene determinada por otros factores que voy a enumerar a continuación.
¿Qué tiene que ver el sol con la felicidad?
El principal factor es por tema cultural. Vivimos en una sociedad en la que el hecho de estar moreno es sinónimo de salud y de ser una persona más atractiva. Por el contrario, en los países orientales, el color blanco de su piel es indicativo de clase social alta, mientras que la piel bronceada es de campesino o clase social baja.
Otro motivo que hoy está muy de moda es la Vitamina D. Es bien sabido que el sol es el aliado perfecto para que nuestro organismo sintetice vitamina D. Ahora bien también es bien sabido que se recomienda estar máximo 30 minutos al día de exposición solar en cara y brazos, y que por tomar el sol en más partes de nuestro cuerpo esto no hace aumentar la síntesis de vitamina D.
Además, tenemos suplementos y alimentos que contienen vitamina D. Por tanto, es innecesario poner en peligro la salud de nuestra piel.
Cierto es también que al tomar el sol se reduce la presión arterial, mejora la microcirculación de la piel y se reduce el dolor de las articulaciones gracias a la radiación Infrarroja.
En definitiva, el sol nos hace felices no porque el cuerpo segregue más endorfinas sino porque aumenta los niveles de vitamina D y consecuentemente bajan los niveles de Cortisol conocida como la hormona del estrés.
¿Cómo ayuda el sol en la depresión?
Y, para terminar, un dato curioso que se ha descubierto recientemente y que hace entender porqué muchas personas son adictas al sol. Pues bien, se ha visto que al igual que la adicción al alcohol o al tabaco está vinculado a una predisposición genética, pues también pasa con el sol. Es decir, es muy probable que si alguien de nuestros familiares directos es adicto a tomar el sol, nosotros podemos estar más predispuestos genéricamente a ser adictos a tomar el sol.
No obstante, esto no debe ser una excusa para protegerte y seguir las indicaciones para prevenir las consecuencias nocivas que conlleva la exposición solar. Porque tomar el sol durante mucho tiempo tiene más perjuicios que beneficios. Todo en su justa medida puede ser bueno.
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